Por el contrario, un exceso de vitamina E consumida a través de los suplementos, puede conducir a sangrado excesivo o hemorragias.
La vitamina E obtenida por los alimentos se considera segura y saludable. La cantidad diaria recomendada de vitamina E es de 20 mg.
Entre los beneficios para la salud que nos ofrece la vitamina E, encontramos los siguientes:
Reducción del riesgo de enfermedades
cardíacas: La vitamina E ayuda a prevenir enfermedades del corazón, mediante la
inhibición de la oxidación de lipoproteínas de baja densidad (LDL), el
colesterol y, ayuda a prevenir los coágulos sanguíneos que pueden conducir a un
ataque cardíaco .
Reducción del riesgo de cáncer: La vitamina E
puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer, al actuar como un antioxidante y
prevenir la formación de las nitrosaminas cancerígenas que se forman en el
estómago.
Prevención de la degeneración macular: Al
menos un estudio ha demostrado que la ingesta adecuada de vitamina E, reduce el
riesgo de lesiones oculares relacionadas con la edad.
Alivio de la inflamación crónica: Estudios
preliminares muestran que la vitamina E puede ayudar a mediar en la respuesta
inflamatoria.
Menor riesgo de demencia (deterioro
cognitivo): Los resultados preliminares han mostrado que niveles elevados de
vitamina E pueden tener un efecto protector sobre la función mental relacionada
con la edad.
Menor riesgo de ELA (Esclerosis Lateral
Amiotrófica): Tomar suplementos de vitamina E puede ser beneficioso para
suprimir la coagulación de la sangre y, el riesgo de coagulación.
Vitamina E en alimentos de origen animal
La vitamina E principalmente la encontramos en
alimentos de origen vegetal, aunque también la podemos encontrar en algunos
alimentos de origen animal como la yema de huevo.
Vitamina E en alimentos vegetales
Las semillas de girasol son una excelente
opción para picar entre horas o como guarnición de ensaladas y sopas. Éstas
semillas son una buena fuente de vitamina E.El pimentón dulce y el pimentón picante son dos buenas opciones para añadir a nuestros platos, ya que nos proporcionan una buena cantidad de vitamina E.
Las almendras se pueden comer crudas, pero también se puede encontrar como mantequilla de almendras y leche de almendras. Son una buena opción para adquirir vitamina E.
Los piñones los podemos comer crudos al igual que las almendras, pero también como parte de salsa como el pesto o como complemento para ensaladas.
Las hierbas aromáticas como la albahaca y el orégano pueden formar parte de muchos platos de nuestro menú, como por ejemplo, en las salsas, pasta, pizzas, ensaladas y sándwiches y también nos aportan vitamina E. Otras hierbas aromáticas con alto contenido de vitamina E incluyen: la salvia, el tomillo, el perejil y el comino.
Las aceitunas verdes se pueden comer en muchos platos y solas. Son una delicia para el paladar. Las podemos encontrar en salsas de pasta, pizzas, ensaladas, en panes o solas para acompañar a nuestra bebida en el aperitivo. Son una buena fuente de vitamina E.
Las espinacas cocidas son excelentes para los guisos, lasañas o como plato único. Al igual que la raíz de taro cocida (que es más común en el mercado asiático), es una gran fuente de vitamina E.
Otros alimentos ricos en vitamina E son: el
aceite de germen de trigo, las avellanas, el aceite de linaza, el aceite de
canola, el aceite de maíz, el brócoli, el aceite de soja, los pistachos, las
nueces, los pimientos, los kiwis, el mango, los tomates, los espárragos y los
calabacines.
Informe:
Dra. Adriana Andrada
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